14.2.2020 > 12.4.2020
Ca n’Oliver, Maó
El ser humano está hecho de la misma materia de lo que percibe, de las mismas substancias que conforman el paisaje. Así somos naturaleza en la naturaleza, no solo la habitamos. Sus tiempos no son los nuestros pero la explotación continuada del hombre ya empieza a producir cambios planetarios. La llamada huella ecológica es un indicador que mide la superficie de suelo productivo que es necesaria para mantener una población. En Menorca, cada uno de sus habitantes consume el equivalente a los recursos (suelo agrícola, ganadero, pesquero y forestal) de 4,8 hectáreas. Para cubrir las necesidades de su población se requeriría 6,5 veces su superficie. Esta huella no produce tan solo una modificación del paisaje (bosques, diversidad animal y vegetal…) y de la cultura (hábitos, costumbres, lengua…), también modifica nuestro vínculo con la naturaleza.
Cinco jóvenes artistas de la isla (Carme Gomila, Marina E. G., Marina Lozano, Macià Florit y Francesc Llompart) reflexionan sobre ello y nos ofrecen distintas lecturas desde el vídeo, la instalación, la escultura y la música.