8.10.2022 > 8.1.2023
Ca n’Oliver. Col·lecció Hdez. Sanz – Hdez. Mora, Maó
14.1.2023 > 23.3.2023
Sala municipal d’exposicions El Roser, Ciutadella de Menorca
«Elogi de la taula. Menorca ciclòpia» (Elogio de la Taula. Menorca ciclópea) es una propuesta artística en torno a la Taula como un monumento que nos habla de memoria, ritos, cosmos, símbolo y paisaje. Las taulas, erigidas hace 2500 años, son únicas, tanto desde un punto de vista simbólico, como constructivo y estético. Con las taulas nace el paisaje simbólico de Menorca, que se añade al paisaje cultural nacido con los talayotes, ambos moldeados por el hombre. Las relaciones entre las taulas, las personas y el paisaje han variado a lo largo de la historia, como constata la propuesta de Gemma Andreu.
Una taula está formada por dos losas de piedra viva, una dispuesta verticalmente, de dimensiones más grandes, y una horizontal a modo de capitel troncopiramidal invertido. Se sitúan en el centro del recinto de taula, una estructura arquitectónica en forma de herradura a la que se accede por una puerta orientada generalmente al sur y coronada por un dintel. La taula es, en su simplicidad y monumentalidad, representación de una divinidad. Eugenio López reinterpreta su simbolismo desde la síntesis geométrica.
Como espacio de culto, se llevaban a cabo ritos y sacrificios, como lo atestiguan los hallazgos de fragmentos de huesos de animales, pebeteros de divinidades como Tanit o figuras como Imhotep. En la obra de Laetitia Lara la piedra de arenisca es el objeto de culto en ella misma y toma la forma de diosa o guardián del espacio ritual.
Los pobladores talayóticos tenían una visión cosmológica de la existencia y el culto astral regía sus creencias y ritos. Rafael Timoner indaga en el cosmos mediante el uso de sonidos y ondas para recordarnos que estamos sometidos a un ritmo cósmico que organiza la vida.