15.12.2016 > 2.4.2017
Ca n’Oliver, Maó
1.7.2017 > 24.9.2017
Ca n’Oliver, Maó
A principios del siglo XIX, el arte occidental empieza a vivir profundos cambios en formas y temáticas. La industrialización, el estudio sistemático de la historia, las ciencias naturales y el arte harán un uso intensivo del dibujo y el papel. El artista, liberado de los encargos y decidido a expresarse de manera libre y autónoma, encontrará en el papel un campo de experimentación infinito. Las técnicas más insospechadas se añadirán al lápiz, a la tinta, al carbón, a la aguada y a la acuarela —utilizadas hasta entonces—, y llegarán a convertir al papel en la técnica misma (collage, instalación).
En el recorrido que ahora se inicia, los artistas representados —menorquines de nacimiento o adopción— han hecho del papel un soporte destacado donde expresar ideas y emociones, mediante el dibujo, el gesto, el color, la textura, la obra gráfica original, el collage, la ilustración, el libro o la instalación.
El papel tiene unas cualidades táctiles y visuales irreemplazables. Su delicadeza, ligereza y fragilidad permiten intervenir de manera espontánea, inmediata, recogiendo el primer impulso del artista.